Nicaragua desde el horizonte
sandinista: Nuestro amor por la paz es infinito, pero la paciencia no
Por Carlos Fonseca Terán, Managua
Dicen los “autoconvocados”
que las barricadas son para que no entre la Policía, pero las raras veces que
llega la Policía es a quitar las barricadas, o sea, las barricadas son primero
y la Policía llega después (las raras veces que llega, y casi no sale de sus
cuarteles precisamente para no dar pretextos a los mentirosos azuzadores). Por
tanto las barricadas no son para defenderse sino para agredir a los que no
están de acuerdo con ellos, que cada vez son más.
Si la
Policía pone orden dicen que es represión. Si se acuartela, la atacan
violentamente y si responde al ataque, otra vez es represión.
A los sandinistas que quedan atrapados entre una y otra barricada los
amenazan y agreden, y cuando se defienden, entonces dicen que llegaron “los
paramilitares” a reprimirlos.
Los
sandinistas sabemos que la orden es no agredir ni usar la violencia, a no ser
como último recurso para defenderse. Y aun así los “autoconvocados” terroristas
viven quejándose, diciendo que los agredimos, poniéndose como víctimas, cuando
ellos son los victimarios.
Esto
significa que si la intransigencia de sus representantes en el diálogo nos
obliga a cambiar de estrategia y pasar a la ofensiva, ya no tendríamos costo
político adicional que pagar, pues simplemente seguirían diciendo lo mismo que
ahora. De modo pues, que lo único que nos detiene ahora es nuestro amor a la
paz. Y aunque ese amor es infinito, la paciencia no lo es. Eso sí, en caso de
que perdamos la paciencia lo haremos con serenidad, conscientemente, y lo que
hagamos será bien planificado y organizado.
Esperemos
que ese momento nunca llegue, pero desgraciadamente eso no depende de nosotros.
#NicaraguaQuierePaz
CENTENARES DE MILES de sandinistas el 19 de julio, el Día de la Revolución. FOTO: JAIRO CAJINA. |