Estados Unidos contra
Nicaragua: Desinformación y Guerra No Convencional
Por Roberto García
Hernández/Prensa Latina
LA HABANA, CUBA / MAYO 2 / 2018 / La maquinaria
para derrocar al presidente de Nicaragua trabaja a marchas forzadas. Busca
concretar esta oportunidad que se gestó desde hace varios meses. Más allá de
las responsabilidades, errores y titubeos del mandatario Daniel Ortega, lo que
vive el país centroamericano es una operación coordinada desde Estadios Unidos
con base en el manual TC-1801 de Guerra No Convencional y el JP-3-13 de
desinformación.
Con un saldo
de unos 30 muertos y varias decenas de heridos, los recientes disturbios en
Nicaragua y la correspondiente campaña desinformativa demuestran una vez más la
forma en que Estados Unidos impulsa sus planes subversivos en la región.
A partir de la
reforma al sistema de seguridad social decretada por el gobierno, comenzaron
algunas protestas de la ciudadanía que llegaron a niveles nunca vistos en
muchos años en la nación centroamericana, y que de inmediato fueron
aprovechados por la derecha nicaragüense y sus patrocinadores en el exterior
para desestabilizar al país.
Habla la secretaria de prensa
de la Casa Blanca
Bandas
delictivas atacaron ambulancias, comercios, autos, instituciones oficiales,
viviendas familiares y espacios públicos, lo que creó pánico y provocó una
cadena de hechos desestabilizadores en esa nación, una de las menos violentas
de la zona.
A pesar de
que las autoridades de Managua decidieron echar atrás estas medidas, las
manifestaciones continuaron, pero con un nivel de coordinación que reveló una
posible “asistencia” externa.
La
secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, condenó el 24
de abril lo que denominó “la violencia política repugnante” empleada por la
policía, mientras los principales medios de prensa estadunidenses aseguraban
que los manifestantes exigían la renuncia del presidente Daniel Ortega.
Las
declaraciones de Sanders tuvieron lugar un día después de que el Departamento
de Estado ordenara abandonar el país al personal diplomático no imprescindible
y sus familiares en Managua.
Con esta
medida, la administración del presidente Donald Trump pretende magnificar la
gravedad de la situación en Managua y otras ciudades de ese país, y presionar a
sus aliados y socios para que adopten medidas similares con el fin de aislar al
Gobierno de Ortega.
El proyecto de ley Nica Act.
A juicio del
diario The Miami Herald, la evacuación de la mayor parte del personal de la
sede estadunidense –algo que la Casa Blanca no hizo ni siquiera durante la
guerra de la década de 1980– es una señal de que Washington considera que la
situación allí es “peligrosamente inestable”.
De forma
casi simultánea, sectores de la ultraderecha en el Congreso estadunidense, en
particular representantes de Florida, reactivaron sus planes contra Ortega y
revitalizaron el proyecto de ley Nica Act.
Dicho
proyecto condiciona cualquier financiamiento estadunidense al gobierno
nicaragüense a la implementación de “reformas democráticas” en correspondencia
con los intereses hegemónicos de Estados Unidos.
Al mismo
tiempo, legisladores pidieron al Departamento de Estado, a la Casa Blanca, al
Congreso y a los países aliados “que se mantengan en absoluta solidaridad” con
los nicaragüenses y contra las autoridades locales.
A través de
las redes sociales, sitios digitales “alternativos” vinculados a las protestas
y medios de prensa de la derecha local, los organizadores de este operativo
destinado a subvertir el orden interno en Nicaragua, hacen un esfuerzo supremo
por exacerbar el descontento popular con el fin de elevar los disturbios a
niveles tales que las fuerzas del orden se vean obligadas a contraatacar con
mayor intensidad.
El piloto estadounidense Eugene Hasenfus fue derribado por los sandinistas cuando transportaban armas para la Contra en octubre de 1986. |
Un operativo según los
manuales
Expertos
señalan que en este operativo contra el gobierno de Ortega aparece el trabajo
sucio mancomunado de los asesores de la Casa Blanca, funcionarios del
Departamento de Estado, los servicios de inteligencia y las entidades
subordinadas al Pentágono, entre otros factores.
El empleo de
las recetas más importantes de los manuales de campaña de las Fuerzas Armadas estadunidenses,
en particular la Circular de Entrenamiento TC-1801 Guerra No Convencional (GNC)
publicada en 2010, volvió a salir a la palestra.
En casos
como Nicaragua, Estados Unidos emplea múltiples entidades federales en sus
misiones de subversión, desde las agencias de espionaje hasta especialistas en
manipulación de los medios informativos, tal y como establecen algunos
documentos oficiales.
Al respecto
la TC-1801 define la GNC como el conjunto de actividades dirigidas a
posibilitar el desarrollo de un movimiento de resistencia o la insurgencia,
para coaccionar, alterar o derrocar a un gobierno, o a tomar el poder mediante
el empleo de una fuerza de guerrilla, auxiliar y clandestina, en un territorio
enemigo.
Explotar el conflicto sicológica-,
económica-, militar- y políticamente
Los
esfuerzos de Estados Unidos con la GNC están dirigidos a explotar las
vulnerabilidades sicológicas, económicas, militares y políticas de un país
adversario, para desarrollar y sostener las fuerzas de la resistencia y cumplir
sus propósitos estratégicos.
El texto
asegura además que “el objetivo es lograr
un enfoque integral y el éxito a largo plazo, pues en varios momentos de un
conflicto resulta necesaria la integración de las instituciones multinacionales
e intergubernamentales”.
La
experiencia en otras naciones latinoamericanas y caribeñas demuestra el papel
desestabilizador de organismos como la Agencia de Estados Unidos para el
Desarrollo Internacional (USAID, por su sigla en inglés), entidad gubernamental
subordinada al Departamento de Estado, que sirve de fachada de los servicios de
espionaje.
Las operaciones de información
Las llamadas
Operaciones de Información (OI) de las Fuerzas Armadas estadunidenses forman
parte del dispositivo de tergiversación de la verdad desplegado en apoyo a
actividades subversivas como las que se llevan a cabo contra Nicaragua y otras
naciones que no son del agrado de Washington.
Según el
manual JP-3-13, aprobado en noviembre de 2012, que regula esa actividad, las OI
tienen como fin el empleo coordinado de la propaganda y otros métodos
similares.
Su objetivo
es “influir, corromper y usurpar el proceso de toma de decisiones del
adversario”, todo mediante el uso de rumores, mentiras, acusaciones con
argumentos falsos que de forma inmediata invaden los titulares de los
principales medios de prensa.
El papel de FBI
También el
Buró Federal de Investigaciones (FBI, por su sigla en inglés) constituye un
elemento clave en estas funciones, en “una alianza poco conocida” –según The
Washington Post– entre esa entidad y la jefatura de las Fuerzas de Operaciones
Especiales (FOE), unidades élite del Pentágono, factor importante en la GNC.
Esta cooperación interagencias tiene como objetivo manipular la información,
una de las principales armas de la subversión.
Actualmente
Venezuela y Siria son algunas de las naciones víctimas de este ensayo mediático
en el cual desempeñan un papel de primer orden los grandes medios de
comunicación masiva del mundo, controlados en más del 90 por ciento por los
principales centros de poder hegemónico.
Los
especialistas estadunidenses, al igual que en otros países occidentales,
utilizan además cuentas falsas en las redes sociales, así como clubes de
supuestos seguidores de determinadas “causas justas”, que se suman a las
campañas contra los países que son blanco de agresiones como esta.
Los objetivos política de
Washington
Lo que hoy
sucede en Nicaragua y Venezuela puede acontecer mañana en cualquier otra nación
“hostil” hacia Estados Unidos y para eso los principales estrategas y asesores
presidenciales –ahora reforzados con varios halcones de política exterior y
seguridad nacional– esperan la más mínima oportunidad o asomo de descontento.
De todas
formas, si no se presentan tales circunstancias las fabrican con el fin de
facilitar las operaciones subversivas y si es posible, derrocar a los gobiernos
correspondientes.
La meta
principal de todas estas actividades en Nicaragua, al igual que otras similares
en Cuba, Venezuela, Bolivia y demás naciones del área, es contribuir al logro
de los objetivos estratégicos de la política exterior de Washington, acercarse
en la medida de lo posible a su política de “cambio de régimen” cuando sea
necesario y transformar las percepciones negativas de la población hacia
Estados Unidos y su política exterior.
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Tomado de CELAG, Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica:
Primavera democrática en Nicaragua ¿anticipo del verano… o el invierno?
Publicado por CELAG | 12 May, 2018 |
Retomando
los datos de la Asistencia para el Desarrollo Internacional de EEUU
(USAID) se destacan los siguientes organismos en su asignación de
presupuestos a Nicaragua, que son canalizados hacia agencias
directamente vinculadas al gobierno EEUU, fundaciones, ONG y empresas
privadas[28]:
USAID | Es la Agencia de Asistencia para el Desarrollo de
Internacional creada en 1961. Abarca todo lo relativo a proyectos y
programas de “asistencia para el desarrollo” bilateral. Canaliza sus
recursos a través de fundaciones, ONG y empresas. Durante la Guerra Fría
estuvo vinculada al entrenamiento de fuerzas contrainsurgentes y en la
actualidad se conoce el financiamiento y participación en estrategias de
desestabilización. |
Cuerpos de Paz | El Cuerpo de Paz es una agencia federal independiente de EEUU establecida por decreto en 1961. Tiene voluntarios en más de 70 países. Desde su funcionamiento hasta la actualidad, se conoce del vínculo entre la embajada de EEUU en diversos países y la implementación de actividades encubiertas por medio de integrantes de los Cuerpos de Paz. El caso más reciente es en Bolivia en el 2008[29]. |
National Endowment for Democracy (NED) | National Endowment for Democracy (NED)Creada en 1983 por una comisión compuesta por republicanos y demócratas durante el Reagan para contrarrestar el triunfo del Sandinismo en Centroamérica. La USAID es una de las que financia la NED, que a su vez deriva fondos al Instituto Nacional Democrático (NDI), al Instituto Internacional Republicano (IRI), al Centro para la Empresa Privada Internacional (CIPE) y el Centro Americano para la Solidaridad de los Trabajadores. Hay pruebas de que estas instituciones han participado de actividades encubiertas y de injerencia en países de América Latina. Según informe, la NED gasta 30 millones de dólares al año para apoyar a partidos políticos, sindicatos, movimientos disidentes y medios informativos, asociados a procesos de desestabilización de gobiernos no alineados a la política exterior de EEUU[30]. |
National Democratic Institute (NDI) | Considerando la “debilidad democrática” de Nicaragua en la última década”, NDI se ha asociado con universidades y organizaciones cívicas nicaragüenses “para asegurar que la próxima generación de líderes esté equipada para gobernar democrática y transparentemente”. Desde 2010 desarrolla un programa de liderazgo juvenil “que ha ayudado a preparar a más de 2,000 líderes jóvenes actuales y futuros de todo el país”.[31] |
Inter-American Foundation gob EEUU | Inter-American Foundation gob EEUU fue creada en 1969 a través de la Ley de Asistencia Exterior. Es una agencia independiente del gobierno de EEUU que financia a proyectos de desarrollo emprendidos por ONG y Asociaciones en América Latina y el Caribe. |
International Research and Exchanges Board (IREX) | En Nicaragua administra el Fulbright Teaching Excellence and Achievement Program (Fulbright TEA), programa de intercambio de profesores estadounidenses con fondos del Departamento de Estado y la Oficina de Asuntos Educativos y Culturales.[32] |
Global Communities | International Research and Exchanges Board (IREX). Organización internacional sin fines de lucro que desde el 2010 implementa el Programa de Gobernabilidad Local de USAID en Nicaragua con el objetivo de “fortalecer la participación ciudadana y la capacidad de organización de la sociedad civil para influenciar a tomadores de decisión con el fin de mejorar la gobernabilidad y el desarrollo local”.[33] |
Fundación Violeta Barrios de Chamorro | Fundación Violeta Barrios de ChamorroFundación creada por la ex-presidenta de Nicaragua Violeta Barrios de Chamorro que “trabaja por la defensa y consolidación de la libertad de expresión e información”, desarrollo social y ejercicio de los valores democráticos[34]. Uno de los principales proyectos administrados por la fundación con fondos de USAID es el “Programa de Medios para Nicaragua”.[35] |
DevTech Systems Inc | Empresa privada que se encarga de implementar proyectos de “desarrollo” y asesoría en diferentes rubros de gobierno. Fundada en 1984, tiene sedes en Nicaragua y Guatemala. Vinculada directamente a la USAID y el Departamento de Estado. |
Creative Associates International | Corporación privada fundada en 1977 enfocada en proyectos de educación, crecimiento económico, juventud, fomento del empleo, gobernabilidad y elecciones, etc. Ha apoyado a los Contras a fines de los 80 y realizado injerencia en las elecciones de 1990.[36] Actualmente desarrolla el programa “Aprendo y Emprendo” financiado por USAID |
Consortium for Elections and Political Process Strengthening: | Fundado en 1995 como parte de los proyectos del National Democratic Institute (del Partido Demócrata) y del International Republican Institute (del Partido Republicano). Ambas instituciones tienen larga historia y protagonismo en la red de partidos de derecha a nivel regional e internacional[37]. |
Comisión Permanente de DDHH Nicaragua | Ha implementado el programa “Promoviendo el acceso a la justicia y los derechos humanos en Nicaragua” financiado por NED.[38] |
Asociación Hagamos Democracia | Institución de carácter civil y sin fines de lucro cuya misión es promover la difusión y el ejercicio de los valores democráticos en Nicaragua.[39] Ha implementado el programa Promoviendo la supervisión legislativa y el periodismo ciudadano financiado por NED.[40] |